(Y por qué no es el fin del mundo, ni de tu cabello.)
Lo notamos cada año: en otoño, las aceras se cubren de hojas secas y… también nuestros cepillos. Cunde el pánico: ¿es en serio? ¿es hormonal? ¿es el final del volumen? (Alerta de spoiler: no, no, y otra vez no).
En realidad, este pequeño episodio de caída del cabello estacional ha sido observado y medido por varios estudios serios, aquellos en los que los investigadores contaron los cabellos uno a uno (¡hay que amar las estadísticas y los bulbos!).
🧠 Lo que dice la ciencia
Un estudio realizado sobre 823 mujeres sanas , seguidas durante seis años, mostró una variación estacional en el ciclo del cabello : más cabellos entran en la fase telógena (de reposo) durante el verano, lo que lógicamente conduce a una pérdida de cabello más visible en otoño ( Randall & Ebling, British Journal of Dermatology, 1991 ; PubMed 19407435). ).
Otro estudio ( Müller et al., Dermatology, 2009 ) confirmó este patrón: el porcentaje de cabello en reposo alcanza su máximo a finales de verano o principios de otoño , antes de volver a la normalidad en invierno. En otras palabras, el cabello también tiene su temporada de vuelta al cole.
Y por si fuera poco, un equipo de investigadores suizos analizó las tendencias de Google entre 2004 y 2016: las búsquedas relacionadas con la "caída del cabello" aumentan constantemente entre julio y octubre ( Randhawa et al., British Journal of Dermatology, 2017 ). No hace falta un microscopio para confirmarlo: nuestras preocupaciones capilares también se adaptan a las estaciones.
🌞¿Por qué ahora?
Los científicos sugieren varias posibilidades (y ninguna de ellas implica un mal karma capilar):
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Luz. Se cree que nuestros folículos pilosos son sensibles al fotoperiodo: menos días, menos luz, un poco de melatonina que cambia; en resumen, una señal biológica de «cambio estacional».
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El ciclo natural. El cabello que creció durante el verano (un período de rápido crecimiento) simplemente llega al final de su ciclo de vida. Se cae para dar paso a la siguiente generación.
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Los efectos físicos. Sol, sal, cloro, arena, viento: el verano hace maravillas con nuestro estado de ánimo, pero no tanto con nuestro cabello. El cabello se oxida, se vuelve quebradizo y, a veces, incluso se marchita en octubre.
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Estrés de vuelta al cole. Sí, parece que los folículos también odian las listas de tareas.
🍁Qué significa esto (y qué no significa)
No, no te estás quedando calvo.
Sí, es temporal , natural y muchas veces invisible a medio plazo .
Los dermatólogos lo denominan « efluvio telógeno estacional »: una pérdida de cabello difusa, moderada y, sobre todo, reversible ( Headington, American Journal of Dermatopathology, 1993 ). El ciclo se reanuda por sí solo después de unas semanas y todo vuelve a la normalidad antes de las fiestas (te prometemos que tu cabello sobrevivirá a la Navidad).
Lo que puedes hacer
Porque no hay temporada para cuidarte, ni a ti mismo, ni a tu cuero cabelludo.
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Suavidad : un champú respetuoso (como los elaborados artesanalmente en nuestro taller parisino, mención especial al anticaída … ¡solo digo!).
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Nutre sin apelmazar : un acondicionador rico en principios activos de origen vegetal, que refuerza la fibra sin engrasarla (como éste, por ejemplo).
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Déjalo respirar : evita los peinados apretados y los secados frenéticos.
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Lleva una dieta equilibrada : hierro, proteínas, zinc, vitaminas del grupo B, tu cabello tiene hambre de buena salud.
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Observar sin obsesionarse : si la pérdida supera los 100 cabellos al día durante varias semanas, o si está acompañada de zonas de adelgazamiento, sólo entonces se debe consultar a un médico.
✨ En resumen
Las hojas están cayendo y también el cabello, es esa época del año.
Pero, como los árboles, vuelven a crecer.
Lo importante no es contar lo que perdemos, sino valorar lo que conservamos y darle el mejor cuidado posible.