Su superficie lisa y suave permite un desenredado delicado sin riesgo de quiebre. Además, al estimular la circulación sanguínea, favorece la salud y el crecimiento del cabello. La madera de haya también absorbe el exceso de sebo, ayudando así a mantener el equilibrio natural del cuero cabelludo. Por último, su acción reductora sobre la electricidad estática contribuye a un cabello más suave y menos propenso al encrespamiento.